En rasgos generales, ya expliqué la definición de Psicología en el primer artículo con el que inauguraba este blog, pero sí que me gustaría añadir más pinceladas para poder diferenciarla bien de una disciplina que se está imponiendo y sobre la que muchos pacientes me preguntan, el Coaching.
Este planteamiento se dio en una conversación en grupo por whatsapp, un amigo, al que valoro mucho como persona y profesional, pero que no es psicólogo, nos compartía su experiencia en un curso muy interesante de coaching específico al que estaba asistiendo, diciendo la siguiente frase: “es un tipo diferente de hacer terapia, mucha escucha y preguntas poderosas”. Ni que decir tiene que por incluir en esta respuesta la palabra terapia, le cayeron muchas collejas verbales por parte de las psicólogas que estábamos en ese grupo.
Por ello, es importante distinguir bien entre qué es lo que hace un psicólogo, sobre todo en el ámbito clínico, y a qué se dedica un coach.
Es frecuente ver muchos anuncios en internet tal como “¿quieres darle un giro a tu vida?” o “Coaching de vida para solucionar tus problemas”, así que puntualizaremos algunas cuestiones sobre lo que es el coaching y en qué áreas puede aplicarse.
Según la ICF (International Coach Federation), “El coaching profesional es un proceso de acompañamiento reflexivo y creativo con clientes que les inspira a maximizar su potencial personal y profesional”.
Digamos que el Coaching es un método a través del cual se pretenden desarrollar nuestras capacidades y fortalezas hacia los objetivos que el cliente quiere llegar, implica en todo momento al cliente intentando motivar en él una actitud responsable y consecuente, fomentándole a tomar decisiones, la confianza en sí mismo y potenciar su negocio o habilidades para conseguir objetivos.
A menudo podemos observar que en internet se publicitan muchos tipos de coaching: empresarial, deportivo, ejecutivo, organizacional, cognitivo y hasta sexual.
Hasta aquí todo bien, lo que veo negativo es cuando se mezclan los dos conceptos de Coaching y Psicología.
Cuando un paciente me dice que va a dejar la terapia por ir a un coach en vez de a un psicólogo o me pregunta si creo que pueden hacerlo a la vez que están en tratamiento, mi respuesta es DEPENDE, pueden ser complementarios, pero NO INTERCAMBIABLES o SUTITUIBLES y, sobre todo, que cuando una persona está siguiendo una terapia, tiene que cuidar mucho, las actividades adicionales a las que se apunta para mejorar su vida.
Podríamos resumir en los siguientes puntos las principales diferencias entre estos dos conceptos:
Me parece peligroso que hoy en día todo el mucho se siente coach de algo, hay muchos famosos que dan charlas como coach e incluso conferencias multitudinarias, sirviendo como modelo a las personas que asisten a estos actos.
4. Como profesional y especialista de la Psicología, creo que el Coaching debe ir dirigido a personas sanas emocionalmente, es decir, que no tengan ningún problema emocional pendiente o trastorno que tratar, ya que, si no, es dónde pueden cruzarse los límites sobre los campos a abordar y puede que, si vas por un problema emocional o trastorno psicológico a un coach, éste no tenga los conocimientos necesarios para tratarlos y ayudarte.
Sé que éste puede ser el punto más conflictivo, y que muchos expertos en ello me pueden criticar, pero creo firmemente que al igual que si tienes una pierna rota, por mucho que un coach te diga que puedes ponerte bien y motivarte a ello, si un médico no te dice qué ejercicios puedes hacer o el tratamiento a seguir, no mejorarás. Igual pasa con los problemas emocionales, si tienes un problema de baja autoestima primero un psicólogo tiene que ayudarte a cómo trabajarla y tratar las emociones asociadas a este problema y luego un coach te puede ayudar a potenciar todas las habilidades que sabes que tienes y que puedes aumentar al poseer una autoestima sana.
En conclusión, no estoy en contra del Coaching pero me gustaría resaltar que, podemos decir que un psicólogo puede ser coach, al igual que cualquier especialista en su campo que quiera cursar una formación de Coaching para ayudar a sus pacientes (en el caso de los psicólogos) o clientes (en el caso de empresarios, especialistas en deporte,…), pero una persona o alguien que se haga llamar “Coach” que no tenga una especialización anterior, sea en emociones y comportamiento (una carrera de Psicología para ser más exactos), negocios, deporte, sexología, no puede actuar como especialista en ello porque estaría incurriendo en una irresponsabilidad consigo mismo y con las personas a las que vende sus servicios.
No obstante, os animo a que os informéis bien, miréis vuestras necesidades, problemas y objetivos a los que queréis llegar, y con ello elijáis el profesional adecuado que os pueda guiar en el proceso y así podáis conseguir todas vuestras metas.
Para más información o críticas constructivas os invito a contactarme en: info@mggpsicologia.es
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